El ser humano, en su naturaleza, está predestinado al aprendizaje constante. Esta cualidad ha adquirido con el correr del tiempo, la categoría de “Derecho fundamental” constituyéndose en la piedra angular de su progreso individual y, por ende, del desarrollo de la humanidad.
En instantes como este, es preciso dar una mirada retrospectiva en la historia del Instituto Valle del Río de oro, para encontrar en el liderazgo de un grupo de seres humanos, fa semilla del saber y la virtud, plantada en terreno fértil, por el señor Hernando Bueno y su equipo de colaboradores en la Junta de Acción Comunal, con la esperanza que dicha iniciativa surgida desde el año 1995, ante la imperante necesidad de un colegio de secundaria para el sector rural occidental, tuviera eco en las autoridades ejecutivas y legislativas, propósito consumado en el Acuerdo Municipal 048 dei 12 de julio de 1997, bajo la razón social de: Colegio Municipal Técnico Agrícola Valle del Río de Oro de Piedecuesta ( COMUTAVRO), la cual se modifica el 1 de diciembre de 1997 por: Instituto Técnico Agrícola Valle del Río de Oro” IMTAVRO”.
Escudriñando en los vagones del tren del tiempo, se resaltan en su historia institucional, acontecimientos de relevancia como:
En 1998 el colegio IMTAVRO inicia labores en su grado sexto, bajo la coordinación de la profesora Adriana Chacón, en la planta física de la Escuela La Unión, con el apoyo administrativo y académico de sus filiales.
En 1999-2001, ante el hacinamiento, otras necesidades apremiantes y el desinterés gubernamental por solucionarlas, la Escuela Rural La Unión- Pajonal/ pasa a funcionar en la jornada de la tarde, para un mejor aprovechamiento de espacios físicos y mobiliario, proceso que se llevó a cabo bajo la coordinación de las Licenciadas: Dary Jazmín López y Cecilia Rojas.
En 2001, por sugerencia de la supervisión de la Secretará de Educación Departamental y ante la necesidad de obtener su Reconocimiento Oficial, para et funcionamiento de fa Básica Secundaria y Media Vocacional, se gestiona ante el Honorable Concejo Municipal el cambio de razón social por: Instituto Valle del Río de Oro (IVRO), mediante Acuerdo Municipal 055 del 27 de noviembre de dicho año.
En el año 2002, por Resolución 12508 del 28 de octubre, la Secretaría de Educación de Santander, integra la Escuela Rural La Unión. Pajonal al IVRO, se adelanta la construcción de la planta física para todos los grados y se cuenta con un equipo humano liderado por el Lic. Eduardo Martínez, un docente por cada área del conocimiento y otro para el énfasis, así como una secretaria administrativa.
En el año 2003, mediante Resolución 7901 del 2 de septiembre, emanada de la Secretaría de Educación de Santander, se formaliza la fusión de las escuelas rurales, quedando Constituido el Instituto Valle del Río de Oro, por la Sección Secundaria, sede A; la Sección Primaria La Unión sede B y la Sección Primaria Pajonal, sede C y se inicia la construcción de Un Proyecto Educativo Institucional que responda a las características de esta nueva comunidad educativa.
En el año 2004 se unifica la jornada escolar IVRO y se traslada la Sección Primaria a la sede B y la Básica Secundaria y Media Vocacional funciona en la planta física de la sede A y se organiza el currículo a partir de proyectos pedagógicos, desarrollados por competencias específicas según cada día de la semana.
En el año 2005, para dar cumplimiento a las disposiciones del Ministerio de Educación Nacional, se organiza el plan de estudios por niveles así: Preescolar, Básica Primaria, Básica Secundaria y Media Vocacional.
En el año 2006 se consolida la planta docente de secundaria y media con 8 titulares, otro auxiliar administrativo y tres docentes para el ciclo de Básica Primaria de la sede A, La Unión.
Desde este periodo han ido formando parte de esta Comunidad Educativa Valle del Río de Oro, un significativo grupo de docentes en tos diversos ciclos de educación que ofrece el plantel, los cuales han ido desvinculándose palatinamente por razones de diferente índole: jubilación, traslado, permutas, etc., no sin haber legado a este plantel educativo sus valores humanos, saberes y virtudes, que fueron plasmando como pincelada maestra en cada uno de los estudiantes que año tras año, desfilan por las aulas y espacios físicos del IVRO. A ellos, nuestra gratitud perenne y el más elevado deseo por su bienestar.
Hasta ese momento se desempeña como Rectora la señora MARIA DE LOS ANGELES GAMBOA.
Trascurre el tiempo y hacia el año 2010, recibe nombramiento como rector del Instituto Valle del Río de Oro el Lic. Alonso Ávila Ojeda quien desempeña tan loable función hasta el año 2015, cuando decide trasladarse a continuar sus servicios a la educación en el municipio de Girón, siendo asignado para ocupar dicho cargo al frente de la institución el especialista Antonio María Villamizar Contreras, quien en la actualidad dirige los destinos de este prestigioso plantel educativo, de la mano de un equipo de profesionales de la educación conformado por 18 docentes para los diferentes ciclos de educación, 2 administrativos y una Psicoorientadora, para atender una población de 420 estudiantes de las sedes A y B jornada de mañana y tarde. Por otra parte, está la jornada sabatina bajo el sistema CLEI 40 estudiantes atendidos por 5 docentes y en la Jornada Nocturna en la fundación “Con Cristo nos basta”, con 7 docentes de diversas instituciones educativas del municipio, cifras que demuestran y respaldan el crecimiento y los nuevos horizontes tomados por este claustro de ciencia y virtud.
El viaje por nuestra historia como comunidad educativa nos trae de regreso al presente, sí, a este presente que nos pertenece y en el cual tenemos la obligación moral de aportar desinteresadamente nuestros talentos» aptitudes y capacidades para seguir trabajando en pro de la consolidación del Instituto Valle del Río de Oro como una de las mejores instituciones educativas del municipio, no para la vanagloria, sino, conscientes que los seres humanos que llegan a nuestros espacios pedagógicos y sus familias merecen la mejor respuesta para su formación espiritual, académica, artística, deportiva y cultural, porque quienes hoy son niños y jóvenes, en un futuro inmediato serán los encargados de liderar los procesos de desarrollo y progreso de nuestras familias y comunidades.
Nos corresponde entonces reflexionar sobre la tarea que nos asiste a cada uno de nosotros; como padres de familia, estudiantes, directivos, docentes, egresados o comunidad en general para seguir forjando con humildad, trabajo y tesón la institución educativa que queremos y merecemos.
En este orden de ideas, el trabajo es arduo, pero efectuado de la mano de los otros, no solo será más suave, sino que fructificará en cosechas más copiosas. Las necesidades son muchas, las expectativas se renuevan constantemente, los retos surgen imperiosos con cada momento en la vida institucional, pero nos animan a explorar y fortalecer los talentos que conlleven al esfuerzo mutuo por un mejor presente para el IVRO y un futuro promisorio para cada uno de estos hombres y mujeres que en cada promoción educativa entregamos a la sociedad.